TU MARCA EN LA ECONOMÍA NARANJA
En textos anteriores hemos abordado varios aspectos de la Economía Naranja, pero es momento de que todos tomemos conciencia de la importancia de una marca.
Una marca (o Brand en su término anglosajón) es uno de los activos intangibles más valioso que un servicio, producto o emprendimiento puede llegar a tener, prueba de esto es una anécdota de Steve Jobs, quien cuando en una reunión desearon comprarle su compañía, este pudo responder que “su compañía puede tal vez valer UN DÓLAR, pero su marca es invaluable…” y por ende sería imposible que alguien pueda llegar a ofertar un valor real de lo que Apple llega a valer. Una muestra de esto se puede tomar en base a que en el año 2017, se realizó un análisis a más de 12.000 empresas que cotizan en la Bolsa de Valores de los países más importantes, uno de los resultados de este estudio arrojó que los activos físicos de estas compañías representaban a penas el 36%, siendo que la marca (algo intangible) de estas empresas tiene un gran porcentaje de valor.
En el mundo contable existen tres formas de realizar valorizaciones de activos intangibles (propiedad intelectual, contratos y marcas) y el BID toma a estos valores como base para establecer a la ECONOMÍA NARNAJA como un capital de creciente desarrollo, ya que esta (la economía naranja) brinda un impulso para que todos los actores de estas puedan surgir con un respaldo de cada una de sus iniciativas creativas, dando lugar a un modelo de economía alternativa que busca posicionar en la mente de la sociedad, la importancia del desarrollo en base a la cultura, la creatividad y demás elementos que forman parte de esta industria.
“En medio de la Cuarta Revolución Industrial, la creatividad se convierte en protagonista para enfrentar los cambios en las maneras de producir y trabajar…”.
Ahora bien las marcas, sean estas en forma de marcas restringidas o derechos de autor, se vuelven en un activo único y seguramente en uno de los más importantes ya que este mediante un trabajo adecuado, incrementa su valor con el paso del tiempo.
El 2020 nos dejó diversos impactos y enseñanzas, la resiliencia y capacidad de no abatirse surgió de distintas maneras creativas en una sociedad que se vio encerrada y obligada a realizar actividades que muchas veces se consideraba impensables para muchos, e inclusive esto también alcanzó a las grandes marcas; en un estudio realizado por “Kantar” a 100 marcas, en el cual se valuó que muchas de ellas llegaron a tener un valor equivalente al PIB anual de Japón.
Según proyecciones de varios organismos regionales se estimó que a partir del 2020, la creatividad será la tercera habilidad más demandada por las empresas a la hora de seleccionar a sus empleados, pero también se destaca el desarrollo de varios emprendimientos que en Latinoamérica y el Caribe se han dado en sectores como Medios, Servicios Creativos, Arquitectura, Artesanía, Diseño, Moda, Música, y Software/Plataformas Digitales y muchas áreas más, de las cual aquí puedes conocer más.
La Economía Naranja, fundamenta su modelo económica en pilares fundamentales como la creatividad y el talento, los cuales son capaces de crear bienes y servicios de alto valor económico, empleos e impacto social, muchos de ellos también apalancados en desarrollos tecnológicos, como es el caso de Airbnb que remeció el mercado turístico-hotelero, o el del transporte –con Uber– ´llegando a competir a la par en mercados como el automovilístico o el de la minería en varios países.
Hasta aquí todo bien sobre la economía naranja, pero en la realidad aún nos queda mucho por hacer, si bien el Sudamérica ya hay varios países que tienen intentos de formalizar este modelo económico, muchas veces también ha sido una cortina de humo para tapar varias falencias, pero de esto nosotros como sociedad también somos responsables, ya que no conocemos el real alcance de todo lo que interviene en la economía naranja, nosotros como sociedad somos responsables de poner voz a los emprendimientos, lo cual vuelve necesario la creación de marcas para la protección de cada una de las iniciativas de los actores que intervienen dentro de este modelo económico.
Para esto también es urgente que todos quienes tienen un proyecto lo formalicen adecuadamente, si bien puede tomar tiempo, pero esto es necesario para proteger la propiedad intelectual que hay atrás de una iniciativa.
Siempre se ha puesto de ejemplo a Starbucks, quienes más allá de un café lo que realmente “venden” es una experiencia, en LATAM no somos ajenos a esto, y desde el año 2020 hay una explosión de iniciativas gastronómicas (muy similares unas a otras), sería interesante consultar si realmente todos estos emprendedores se han puesto a pensar seriamente que su único valor agregado puede ser la experiencia y su marca.
Si bien el mundo de la creación de marcas también se ha visto afectado, dado que mediante plataformas digitales puedes conseguir muchos desarrollos a bajo costo, e incluso encuentras aplicaciones en donde las puedes conseguir gratuitamente, pero más allá de esta triste realidad, este blog pretende motivar a todos para que sus ideas tengan una marca propia, la cual estoy más que seguro proporcionará una identidad propia, que además podrá ser registrada y que proteja la propiedad intelectual que hay atrás de todo el esfuerzo que existe al tener un servicio o proyecto propio.
Muchas veces dentro de las áreas artísticas no se ha valorado apropiadamente una marca, dando como resultado el penoso hecho de demandas y litigios eternos, muchas veces sin un final feliz, lo cual nos convoca a hoy a ser más responsables al tener una marca que proteja nuestras ideas y proyectos (personales u organizacionales), lo cual además impulsa a ser actores firmes dentro de la economía naranja.
Para todo ello es momento de tomar conciencia de lo valioso que podemos llegar a tener en nuestras manos, que además es parte de nuestro legado a nuestra familia y a una sociedad hambrienta por saber qué más podemos ser capaces de crear en beneficio de quienes nos rodean, más aun en un momento de franca recuperación económica, que nos llama a ser responsables para brindar un adecuado desarrollo y que este sea sostenible en cada uno de nuestros países, nuestra región y el planeta en el que vivimos.
Por:
Referencias:
https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/Econom%C3%ADa-naranja-Innovaciones-que-no-sab%C3%ADas-que-eran-de-Am%C3%A9rica-Latina-y-el-Caribe.pdf
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